¿Quién inventó el ábaco?

El Ábaco: Cuna de las Calculadoras Modernas

Saludos, soy Rodrigo, estudiante apasionado de las ciencias de la computación, y hoy les traigo una inmersión fascinante en el mundo del ábaco, conocido comúnmente como «el origen de las calculadoras». Esta herramienta primordial ha sido fundamental en la ejecución de operaciones aritméticas. Aunque su creador oficial permanece en el anonimato, su invención se atribuye a los mesopotámicos, en el lapso temporal comprendido entre los años 2700 y 2300 a.C.

Un hito crucial en esta travesía es el ábaco que emergió en China en el año 500 a.C., ganando prominencia en la dinastía Ming. Este artefacto fue una pieza angular en la historia tecnológica, forjando el camino hacia la invención de nuestros adorados ordenadores.

Una Invención Milenaria

Ahondando en el origen del ábaco, es imperativo definir su concepto y funcionalidad. El ábaco no es otra cosa que una calculadora primitiva utilizada para realizar cálculos de manera mecánica. Su diseño radica en una estructura de madera con diversas columnas o filas internas, donde pequeñas piedras o esferas funcionan como contadores.

Ahora, abordando la incógnita: ¿Cuál fue su verdadero origen? Como señalé al inicio, se cree que el ábaco nació en Mesopotamia entre 2700 y 2300 a.C. Este dispositivo se caracterizaba por una tabla con múltiples columnas en secuencia, limitadas al orden numérico sexagesimal, basado en el número 60, sistema que aún hoy observamos en la medición del tiempo y los ángulos (en grados).

Esta versión del ábaco fue crucial en su tiempo, permitiendo realizar sumas y restas, aunque se complicaba para operaciones más avanzadas.

Evolución del Ábaco

Posterior a Mesopotamia, tanto griegos como romanos desarrollaron sus propios ábacos. Los primeros crearon una tabla de mármol, y los segundos una tabla lisa de materiales como bronce, con orificios en forma de columnas para colocar las piedras contadoras.

Estos ábacos dominaron por un largo período, desde los años 300 a.C hasta el siglo XI d.C. Es relevante destacar que el ábaco romano fue ampliamente usado en la Europa Medieval.

No obstante, los registros chinos que datan del siglo II a.C. describen un ábaco muy distinto. Su diseño presentaba un marco de madera con múltiples columnas, divididas en dos secciones por una fila, denominadas marco superior e inferior.

Esta división resultó ser clave para trascender las simples operaciones de suma y resta, incorporando multiplicación, división y hasta el cálculo de raíces cuadradas y cúbicas.

Así, fue el ábaco chino el precursor de las calculadoras modernas, y eventualmente de las computadoras que hoy utilizamos. Por ello, el ábaco sigue siendo una de las invenciones más trascendentales en la evolución humana.